La zona de pesca al norte de la Patagonia
Comienza en las colinas de los Andes en la provincia de Neuquén, a d
os horas de vuelo de Buenos Aires. El pequeño aeropuerto en Chapelco sirve tanto a San Martín de los los Andes, bien conocido como un recurso de esquí superior en el invierno, y la pequeña ciudad de Junín de los Andes , que demanda ser la capital de la trucha en Argentina. La geografía es de prados abiertos en grandes valles expansivos con el sonido del rugir de las montañas. Al oeste la cordillera de Los Andes, larga línea donde chilenos y argentinos se dividen. Ésta es la región que hizo a Argentina, famosa por su pesca de truchas. Usted pescará en los ríos más importantes de la zona: Río Malleo, Río Aluminé, Río Chimehuin y Río Traful.
Rio MalleoComo la mayoría de los ríos con truchas en Argentina, el Malleo se origina en un lago arriba en las montañas andinas. Nestled en las faldas del inactivo volcán Junín (12390 pies) y rodeado por antiguos bosques de pino, el lago Tromen derrama sus aguas para formar el Malleo que entonces fluye al
este para que a 50 millas ensamble con el Río Aluminé. Comenzando en una densa barranca enselvada dentro del parque nacional de Lanín, serpentea a través de un valle hermoso poblado con araucaras, sauces y álamos. La Estancia San Huberto domina los alcances superiores del Malleo y proporciona una Hostería excepcional que pueda acomodar a 16 personas en sus protegidos alrededores. Una casa de campo de caza construida originalmente por la familia Olsen hace unos 18 años, ahora abastece exclusivamente al pescador de mosca, proporcionando pesca y alojamiento en sus aguas. La trucha del Malleo es muy apreciada por Carlos y Carmen Olsen que cuidan mucho sobre la calidad de la pesca. El río contiene “arco iris y “marrones”. El estrecho de las primeras piscinas de pesca están cerca del área de Tres Picos, a través del puente amarillo, la barranca y los sauces abajo a la casa de campo, se ofrece algunas de las mejores aguas y presencia de la trucha del mundo. De la Hostería abajo al puente por la Ruta 23, conduce al norte de Junín de los Andes hasta la ciudad de Aluminé, el río presenta áreas fácilmente accesibles desde el camino. Debajo del puente y abajo en el Río Aluminé, los pasos del Malleo, en su lado del norte, con la reserva india
de Mapuche y algunos impresionante picos con los monolitos hexagonales de basalto, que alcanzan las alturas pobladas por las águilas y los ocasionales Cóndor de los Andes. En esta sección de pesca es más dura que el resto, pero proporciona una excelente acción con truchas más pequeñas. Este no es el mejor lugar de la tierra para un principiante. El Malleo es sin duda la corriente preferida por mí para la pesca.
Rio Chimehuin
Chimehuin. A ciertas personas les sonará como un nombre raro, desconocido.
Pero para otras, Chimehuin suena a salmones y truchas, muchas truchas.
Nace en el lago Huechulafquen y pasa por la ciudad de Junín de los Andes, es conocido por pescadores de mosca de todo el mundo.
Expertos se reúnen cada temporada para dar con especies exóticas como la trucha Arco Iris, Marrón, Fontinalis y salmón Encerrado. Es que en sus 53 kilómetros, hasta su confluencia con el río Collón Cura, ofrece las mejores posibilidades en cuanto a tamaño y calidad de esas especies.
La temporada de pesca en este paraíso de la pesca de 30 metros de ancho, se inicia en noviembre y sigue hasta fines de abril.La cantidad de pescadores que llegan hasta este lugar para poder despuntar el vicio es tal que, según un estudio del Centro de Ecología Aplicada del Neuquén, el río deja ganancias (entre estadía, traslado desde el lugar de origen y otros gastos) por 7 millones de dólares al año.Por eso, para cuidar y mejorar el recurso en este y otros ríos, provincias patagónicas y Parques Nacionales decidieron en julio de 2000 que las piezas capturadas a partir de esta temporada sean de devolución obligatoria.
Además, a diferencia de lo que ocurre en otros lagos y ríos de la región, en el río Chimehuin sólo se puede pescar con mosca, en las tres modalidades: spinning, fly casting y el trolling.Para llegar a este río lo ideal es alojarse en Junín, donde existe cantidad y calidad en hotelería. Desde allí, sólo hace falta tomar la ruta provincial N º 61 y la Ruta Nacional No 234 y adentrarse en los nu
merosos accesos que hay para llegar hasta él.
Pero el río Chimehuin no es sólo un paraíso de la pesca. Recostado sobre el maravilloso Volcán Lanín, es lugar elegido por locales y turistas para la recreación en verano. Tanto los balnearios ubicados a pocos metros del centro de Junín, como los camping, con su césped y espesa arboleda, ofrecen un sitio ideal para recostarse a tomar sol o cobijarse en la sombra a observar el paisaje simplemente.
Rio Aluminé
Las truchas ponen a los pescadores constantemente a prueba, a lo largo de una semana se puede pescar tanto con secas, ninfas o steramers.Gracias a lo agreste del lugar, durante el descenso es
normal ver Ciervos y Guanacos en estado completamente salvajes.
Nace en el Lago Aluminé y tras un extenso recorrido, se une al Río Chimehuin para formar el Río Collón Cura. Se trata de un curso de generoso tamaño, que recibe el aporte de numerosos ríos de gran importancia deportiva, entre los que se encuentran el Pulmari, el Ruca Chororoi, el Quillen y el Malleo.
El extenso y caudaloso río Aluminé es uno de los
predilectos por su abundante pesca, sus lentas aguas corren por una hermosa planicie, a su paso el Aluminé se alimenta de ríos tan importantes como son el Pulmarí, Quillen, o Malleo que desaguan en él, y forma junto al Rio Catan Lil el Collón-urá.Pese a ser un río de tamaño importante, es posible pescarlo con equipos livianos, atraviesa grandes extensiones de campos privados donde la pesca es excelente.
asfixiante que ya casi no me deja respirar. Mi ser y mi alma necesitan de ese tiempo, de esos sitios, de respirar ese aire puro y cristalino como las fuentes que corren por los cauces, de volver a trillar caminos que he recorrido, ríos, montes y cañadas, como dice el tango. De compartir tiempo y un tinto con mis amigos discutiendo las cosas más triviales del mundo que son las más importantes. De compartir la soledad de un paraje cuya belleza escapa de mi capacidad descriptiva. De escuchar el cantar del río y el susurro de la brisa fresca que se escurre por las laderas de la cordillera y hace llorar al sauce en la ribera para abrazarnos con aromas de libertad y cielos amplios de azul infinito. Añoro esas mañanas frías cuando el verdor de los campos se esconde bajo la breve blancura de la escarcha que se esfuma al toque del sol. La brama lánguida del ciervo solitario que busca compañía y desde la espesura, reclama su soledad al atardecer. Las sienes plateadas del Lanín que cuida el valle cual vigía inmutable y altivo. El espejo infinito de los lagos que reflejan las estrellas del cielo y las sombras púrpuras del día que muere. Lo extraño en lo más profundo de mi ser. .." Rafael Morillo
